sábado, 22 de setembro de 2012

El Poder está nervioso ante la cita del 25 de Septiembre.



Nadie, si siquiera los organizadores, saben qué pasará o cuánta gente asistirá a rodear el Congreso. Lo que sí está claro es que se ha iniciado una campaña de criminalización contra los que promueven la iniciativa, como hemos podido comprobar con la detención de 4 activistas por el mero hecho de portar una pancarta, o con la irrupción de
 la policía en una asamblea preparatoria en el parque de El Retiro.

A tenor de lo que se escucha en los medios o de las declaraciones de algunos políticos, se prevé que el despliegue policial sea fuerte y que no les tiemble el pulso a la hora de desalojar las inmediaciones del Congreso, de la manera que sea. Sin embargo, hay una jugada que no se esperan, un hackeo que puede darle la vuelta a la tortilla y convertir a la policía en un servidor público, en vez de en una máquina de reprimir al servicio del gobierno.
Hablamos de rodear/ocupar/liberar/tomar el Congreso, en sentido más o menos figurado, pero puede hacerse literal, utilizando, además, la propia burocracia administrativa.

Verán…Existe una iniciativa de base jurídica, cada vez más conocida, consistente en demandar, utilizando el Derecho Fundamental de Petición (art. 29 CE), el voto telemático (vía internet) en el Congreso de los Diputados o cualquier cámara legislativa: Democracia 4.0. Las repercusiones que puede tener la implementación de un sistema así son cmparables con una toma real del Parlamento.

Una reconquista de la soberanía por parte de l@s ciudadan@s. Pero, es más. Tal y como están configuradas las leyes, una petición masiva, multitudinaria, puede producir los mismos efectos que se persiguen con la convocatoria del #25S, llamar poderosamente la atención de los medios y, al mismo tiempo, cumplir escrupulosamente las normas.

Lo explicamos mejor:En un principio, se permitía hacer entrega de la petición por una Democracia 4.0 en cualquier registro de una administración pública. Por eso, desde la webwww.demo4punto0.net, animábamos a la gente a hacerla efectiva en las Delegaciones de Gobierno.

Curiosamente, a partir del verano de 2011, el Ministerio de Administraciones Públicas (con Manuel Chaves a la cabeza), prohibió que se siguiesen aceptando peticiones (quizás comenzaban a llegar demasiadas), forzando a la gente a hacer la entrega personándose en el Registro del Congreso de los Diputados o enviándola por correo certificado al mismo.
Lo que pretendía dificultar las entregas de peticiones se convierte, de cara a la convocatoria Rodea el Congreso, en una poderosa estrategia.
¿Qué pasaría si miles de personas se presentan el día 25 de Septiembre, debidamente identificadas y con un par de copias del texto de petición de Democracia 4.0?

Pues que la policía, en vez de disolver la concentración, debería garantizar que cada persona pudiese ejercer su Derecho Fundamental. Y, si bien es cierto que en condiciones especiales (por ejemplo de aglomeración), el acceso al Registro se restringe, es la propia policía, como funcionariado público, la que tiene la obligación de recoger las peticiones y entregarlas en el Registro, devolviendo una copia sellada a cada solicitante.

¿Serían capaces de entorpecer el ejercicio del Derecho del artículo 29 de la Constitución? Entonces estarían incurriendo en el delito tipificado en el artículo 542 del Código Penal:
Incurrirá en la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de uno a cuatro años la autoridad o el funcionario público que, a sabiendas, impida a una persona el ejercicio de otros derechos cívicos reconocidos por la Constitución y las Leyes.
Luego, al anunciarle al funcionario-autoridad, “el señor policía”, que uno sólo está tratando de ejercitar un derecho, por escrito, única forma que permite la ley reguladora de tal derecho, y a la vista de que no puede presentarse el escrito en ningún otro registro (prohibido expresamente por el Ministerio de Administraciones Públicas), y que usted, ciudadano, ha ido allí exclusivamente para eso, o le deja pasar, o no tendrá más remedio que presentar una denuncia. Esa denuncia, además, se podrá formular verbalmente ante el compañero del policía que este al lado.

Como eso es un lío, el policía insistirá en que se vaya a otro registro, y el ciudadano, siempre con muy buenos modales, insistirá en que eso no es posible, que ya lo han intentado, y que por eso están aquí.

La entrega de la Petición es como si se presentara una denuncia en un juzgado o en una comisaría, por lo que es impensable que el señor que se ocupa de la seguridad diga que no se puede pasar ni presentarlo.

Si después de explicarle al funcionario-policía todo esto, continúa sin facilitar el acceso al Registro, se le puede pedir que, si es tan amable, ponga su firma en el escrito, con la indicación de que lo presente donde él diga, por lo que se estará haciendo responsable de que el documento llegue al expediente correspondiente. Eso sí, será necesario que se identifique en el escrito, indicando al firmar que es autoridad.

Como esta solución es bastante improbable, por extraña, nos remitimos a las dos experiencias anteriores de una maniobra similar: el 13 de Diciembre de 2011 o durante el #12m15m de este año.

En casos como este, lo normal es que sea la policía la que recoja los formularios, los entregue en el Registro y devuelva a los peticionarios una copia sellada.
Y claro, si todos los ciudadanos comienzan a juntarse ordenadamente alrededor del Congreso, de la puerta de acceso al Registro, y todos portan el documento por duplicado, y todos dicen que quieren presentar un escrito, que es individual y personal de cada uno, que no se mueven hasta que su intransferible y personalísimo escrito esté sellado, ya está el problema organizado.
No puedes decirle a un ciudadano que va a presentar un documento en un Registro Público que no puede. El ciudadano tiene derecho a presentar lo que le de la gana.

Y si existe un problema de seguridad o de orden público, que en este caso no existe, simplemente hay muchos ciudadanos haciendo cola, una cola tan grande que lo ocupa todo, pues no puedes ni disolverlos. Cualquier cosa que no sea facilitar que el ciudadano presente su escrito y se le devuelva sellado, supondrá cometer un delito.

Todo esto puede parecer una broma, pero si ustedes hacen que sean miles o cientos de miles, tendrán la excusa perfecta para permanecer allí todo el tiempo que sea necesario para presentar los escritos por parte de la probable multitud.

Simplemente, los primeros mil ciudadanos que se planten ante la puerta y sus mil papeles, supondrán un montón de minutos negociando tal cosa, y después recogiendo todos los documentos de los allí presentes cercanos a la puerta.

Cuando haya un número considerable de escritos acumulados, pues se le da al policía. Éste, u otra persona, entrará y tardará un rato en salir con todos los papeles sellados, que tendrá después que repartir a cada persona, para lo que habrá que llamar uno por uno a cada peticionario. Así, cuando lo primeros mil (por ejemplo) hayan logrado eso, se apartan, y dejan paso a los siguientes mil.

Si lo organizan bien, no sólo tendrán garantizado el éxito de esta humilde propuesta sino que, si además guardan silencio y logran mantener la necesaria pose de seriedad en sus actuaciones, se partirán de risa. Porque hacer esto, educadamente y con la seriedad que merece, no es ninguna broma. La risa viene de las caras que pondrán los policías (y sus señorías, si llegan a enterarse).

Por cierto, cuando alguien, algún policía, que seguro que le puede la curiosidad, les pregunte que contiene el documento, y que de qué trata, díganle que
“el documento contiene la toma del Congreso por los ciudadanos, ¿o se cree usted que vamos a tomarlo por la fuerza o alguna imbecilidad de ese tipo? No señor, lo vamos a tomar por escrito. Ríase, ríase, pero pregunte usted a los señores de dentro del edificio si conocen de qué trata esto del documento y de la Democracia 4.0, de su ejercicio mediante el derecho de petición del artículo 29 de la Constitución, y verá como al señor de dentro del edificio no le hace ninguna gracia.
Es más, esto es algo que ha sido casi secreto hasta hoy, ya que los señores de ahí dentro han tratado de impedir que esto saliera a la luz pública. Pero verá usted, señor policía, cómo se le hiela la sonrisa al señor de ahí dentro cuando escuche hablar de esto.
Por eso, sí, en realidad hemos venido a tomar el Congreso, y lo vamos a tomar , pero de manera que ellos no puedan usarles a ustedes para impedirlo. Igualmente comprenderá usted que esto no se toma unas horas o en un día. Pacífica, legal y administrativamente. ¿A que con esto no contaban ni se lo esperaban? ¿Quiere usted leer de qué va la cosa?”
A veces hace falta darle una vuelta de tuerca a las acciones de protesta. Jugar con la legislación, maximizar las posibilidades que se esconden en cada artículo y, con el factor sorpresa, dejar en fuera de juego a las autoridades y a su discurso del miedo.Dejamos los enlaces a los documentos y a las normas:
Documento a imprimir y rellenar por cada ciudadano, y a portar junto con su DNI en el momento de acercarse al Congreso:





Hay cuatro modelos, dos rellenables en el ordenador y dos para imprimir.
Este es el pdf, para que todos puedan imprimirlo y rellenarlo, lo más cómodo y distribuible:





Esta es la documentación original, la que pueden enseñar a la policía:





Junto con el texto íntegro de la petición, adjunto en un archivo pdf .
Y claro, la ley, que es cortita y pueden llevarla algunos impresa en la mano también, y enseñársela a los de seguridad :





RECUERDEN: PUEDE SER PRESENTADA ESE DÍA, SIN PROBLEMA. DEBEN FACILITARLES SU PRESENTACIÓN. Y NO OLVIDEN MANTENERSE SERIOS (Y AGUANTANDO LA RISA QUE LES ENTRARÁ POR DENTRO CUANDO VAYAN VIENDO SUS REACCIONES)



PD: Si hacen circular esta idea, y le dan difusión, se reirán mucho ese día, sobre todo si la gente la pone en práctica. Además, puede proporcionarles protección frente a lo que pueda o quieran que pase con los ciudadanos que se acerquen por allí.



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Voceiro da CGT Correos A Coruña

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