Son muchas las ilegalidades diarias que tenemos que afrontar "in situ" por parte de unos directivos sin cabeza, que curiosamente andan jugando libremente al monopoly con ideas perversas de perder, o lo que es lo mismo; de sabotear su propio juego:
- Las plantillas de todas las oficinas son insuficientes, un porcentaje de correspondencia se queda sin repartir, las cargas de trabajo son excesivas, y el crecimiento de los barrios y secciones de reparto hacen el trabajo diario irrealizable y con el consiguiente estrés laboral para el trabajador.
- Tenemos pruebas y datos que confirman que no se cubren ni bajas médicas laborales, vacaciones, asuntos propios ni cualquier otra incidencia.
- Lo mismo ocurre en el personal de atención al público, en admisión, toda la red de oficinas está en precario y con una permanente falta de plantilla.
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