Cuando te toca trabajar ya tu sección, sin comerte el coco con la posible asunción y sacrificio de tener que llevar absolutamente toda las cargas de trabajo que te han dado en el día, te quitarás de la cabeza que “tienes capacidad de darlo todo en el día, dentro de tu jornada laboral”, que es precisamente lo que ellos quieren que pienses.
No olvides que ellos (tus jefes inmediatos) están compitiendo entre sí para ganarse el cielo postal, y trepar hacia las alturas, y utilizarán todo lo que esté a su mano para que tú les ayudes a conseguirlo.
(Acaso te dijeron algo parecido a : “tú a las dos de la tarde cortas donde estés, finalizas el reparto y regresas a la oficina a entregar lo sobrante”)… creemos que no. Su estrategia es precisamente no decirte nada para que seas tu mismo quien tome todas las iniciativas.
Tén en cuenta que en la mayoría de los casos, ell@s no son profesionales, sino gentes puestas ahí para hacerles el trabajo sucio a los jefazos, que son los que cortan el pastel.
Frente a ese silencio que te dedican tus jefes, a lo largo de la mañana vas encasillando en tu mesa el servicio que tengas asignado para tu sección de reparto.
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