Pues resulta que hai un compañero laboral alli que le cogió el gusto a devolver cartas... tanto gusto le cogió que devuelve incluso las que no son suyas!!
Pero metió la pata, devolvió una carta de un permiso de circulación que encima no pertenecia a su zona de reparto.
Tiempo después, el usuario afectado por la devolución se personó en Correos para pedir responsabilidades con el sobre devuelto en la mano- se lo devolviera Tráfico-, donde se observaba el respaldo y la firma del trabajador postal.
La cosa fué engordando de tamaño hasta que llegamos al cuadro presente: los dos de siempre intentando que este usuario formule una denuncia (pero contra la compañera que reparte su casa, que ni fué la que devolvió la carta, ni tuvo voz ni parte en esta aventura) cuando éste no quiere denunciar a nadie.
Totalmente Kafkiano. Tendríais que trabajar allí para entenderlo.
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