domingo, 7 de xullo de 2013

Frente al abandono de Correos de sus responsabilidades, ejerzamos nosotros mismos nuestra propia prevención de riesgos contra las altas temperaturas



Conocíamos hace pocos días la noticia de que en México se protege a los carter@s contra las olas de calor recomendando entre otras instrucciones tomar descansos de 10 minutos a la sombra, cuando el trabajador@ lo considere necesario. 

En Correos España, cuando llega el verano con cortarles las mangas a la camisa y colgar un cartelito del Ministerio de Salud sobre el asunto, poco más se hace por l@s trabajador@s, si ni siquiera nos dan ni una triste gorra contra las insolaciones… 

Es más, nuestra carga de trabajo en lugar de disminuir aumenta, ya que no se cubren adecuadamente las vacaciones de nuestros compañer@s y este año aún peor ya que se alcanzaran mínimos históricos de contratación.

En el sur y el centro, cada año se llegan a temperaturas de alto riesgo y ¿qué hacen mientras tanto en el área de prevención? Subir el termostato de sus aparatos de aire acondicionado dentro de sus despachos, mientras l@s carter@s se achicharran en la calle e incluso a veces en el interior de los propios centros de trabajo. 

Os recordamos que la temperatura máxima permitida para trabajos ligeros dentro de una instalación de Correos es de 25ºC, os animamos a que investiguéis sobre las condiciones de trabajo en vuestro centro.

¿Qué hace CGT para proteger nuestra salud? 

Tras confeccionar un informe tipo adaptado a las temperaturas de cada provincia, estamos denunciando en Inspección de Trabajo las nulas medidas de protección contra las altas temperaturas que aplica Correos para protegernos. Poniendo en evidencia que existen grupos de riesgo como, personas con problemas cardiovasculares, embarazadas o diabétic@s mucho más sensibles a padecer efectos letales si están expuestos a temperaturas extremas.


Los golpes de calor pueden causar daños en nuestra salud algunas veces irreversibles, es por ello que debemos exigir una política de prevención responsable que no se limite a cubrir el expediente con consejos que ya saben hasta l@s niñ@s de parvulario, estamos hablando de la salud y la vida de las personas, no somos números ni efectivos, en verano más que nunca actúa como un ser racional, no como un mulo de carga.

La capa de ozono encargada de absorber una parte de las radiaciones ultravioleta del sol ha adelgazado, por ello el peligro ha aumentado. Las radiaciones ultravioleta causan:

·         ALTERACIONES CUTANEASA GRAVES Y CANCER DE PIEL
·         LESIONES AGUDAS Y CRONICAS SOBRE LOS OJOS como las cataratas que pueden acabar en ceguera

Las horas más críticas de exposición transcurren entre las 10 am a las 4 pm, justamente comprendiendo casi el total de las horas de reparto.

¿Qué DICEN LOS ESPECIALISTAS EN DERMATOLOGIA Y la OMS?

Si no podemos disminuir el tiempo de exposición como es nuestro caso deben utilizarse:
·         Protector solar con índice de protección no inferior a 15, que debe aplicarse cada dos horas para resultar efectivo
·         Gafas de sol cerradas a los lados y sombrero de ala ancha.
·         Ropas que no permitan traspasar la radiación (tramado cerrado) y que a la vez sean transpirables para evitar golpes de calor (aislamiento térmico 0,5 Clo)

La protección solar es la única forma que tenemos los carter@s para defendernos contra los rayos ultravioleta.

No es un tema menor, en el año 2000 a nivel mundial se diagnosticaron 200.000 casos de melanoma maligno, que produjeron 65.000 muertes ( según datos oficiales). Aproximadamente 18 millones de personas se han quedado ciegas a causa de cataratas, un 5 % pueden atribuirse a la radiación ultravioleta.

En su política de prevención Correos no tiene en cuenta este riesgo al que están expuestos 30.000 trabajador@s que se incrementa entre los meses de abril a septiembre y que con 30 minutos de exposición ya puede causarnos daños en la piel y la vista.

A pesar de los requerimientos de Inspección de Trabajo que recomienda la utilización de estos EPIs para minimizar los riesgos, Correos no hace ni caso y sigue con su política de prevención más de cara a la galería que en favor de la salud de sus trabajador@s. 

Todos los costes que puedan ahorrarse buenos son, pero las consecuencias las pagamos los currelas que día tras día estamos expuestos al sol, sin ningún tipo de protección que no sea la que nos pagamos de nuestros propios bolsillos. 

Ya está bien de tanta hipocresía respecto a la salud laboral, que la empresa cumpla con sus obligaciones, bastante quemados estamos como para soportar más agresiones abrasivas.

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Voceiro da CGT Correos A Coruña

Voceiro da CGT Correos A Coruña
Buzón rebelde