luns, 22 de abril de 2013

El Correo Francés ( Le Poste ) desde dentro...






Se llamaba Pauline, tenía 21 años y trabajaba como cartera en La Poste. La empresa le acababa de renovar su contrato temporal. Ese mismo día sus padres la encontraron inerte, con la soga al cuello. Nicolas, responsable de comunicación interna en la misma sede que Pauline, emuló a su compañera días después. Otro cartero lo intentó en Bayona más tarde. "El interés general y el respeto humano han dejado su lugar a la competencia malsana". Estas palabras, redactadas por este último empleado en su carta de despedida, resumen el sentir general de muchos trabajadores de esta empresa francesa que sufre una crisis de suicidios similar a la que vivió France Télécom hace unos años.
La fama se la ganó a pulso la operadora. Entre 2007 y 2010 su proceso de reestructuración sepultó a medio centenar de sus asalariados. Fue tras la privatización de la compañía. Había que recortar gasto y efectivos sin mermar el beneficio y en esta ecuación la dirección del grupo no valoró los riesgos para la plantilla.
La Poste vive hoy un proceso similar, también con rastro de sangre. En los últimos meses la crisis ha ido increcendo. Se contabilizan 70 casos, según los sindicatos.
Dos trabajadores se han quitado la vida en pocos días y otros dos lo han intentado.
Según explican los representantes de los carteros, estos sufren sobrecarga de trabajo, presiones y en algunos casos acoso laboral.
En ese clima cargado, la mecha de la bomba la acaba de encender el presidente del grupo, Jean Paul Bailly, para quien no hay ninguna crisis en su empresa. Dice que la tasa de suicidios en el grupo "es inferior a la del resto de la población" y señala que las muertes acumuladas hasta la fecha son fruto de una mala mezcla: "Fracaso profesional y fragilidades personal".
Lo ha confesado al autor del libro Ceux d'en haut (Los de más arriba), publicado este mes. "Mi diagnóstico es que algunos carteros tienen problemas cuando se combinan, dentro de un proceso de reestructuración, fracaso profesional y fragilidades personales", ha dicho.

"Inadaptados"

Según el directivo, La Poste "no fastidia" a sus carteros. Asegura que estos trabajadores "un poco inadaptados" "en los tiempos que corren ya no tienen espacio en las empresas, aunque en La Poste ellos blindan su carrera mientras se deprimen". "Algunos tienen dificultades para adaptarse a un mundo en constante cambio", ha señalado.
El severo diagnóstico de Bailly ha enfurecido a trabajadores y sindicatos. El directivo, que tras la controversia ha pedido disculpas, ya había calentado ánimos hace unas semana al asegurar que no hay elementos que permitan establecer la responsabilidad de la empresa en estas muertes voluntarias. "Son dramas personales y familiares, en los que la dimensión del trabajo es inexistente o marginal", dijo.
Sin embargo muchos de los carteros fallecidos habían dejado notas de despedida en las que culpaban al grupo de sus actos. Los sindicatos denuncian el agresivo proceso de reestructuración que se vive en La Poste, que desde 2010 ha prescindido de 21.000 puestos de trabajo. Se trata de bajas no reemplazadas. "Hay presiones y sobrecarga", critican a este medio.
Denuncian que a pesar de los recortes, en 2012 La Poste vio aumentar su beneficio un 0,2%, hasta los 479 millones de euros. Su cifra de negocio creció un 1,5% y se colocó en los 21.600 millones. El pasado mes de enero la dirección presentó un informe con una serie de medidas para mejorar el clima social, entre ellas la contratación de 15.000 personas de aquí a 2014.
Hace un año tres sindicatos de la compañía denunciaron al grupo ante el juez por acoso moral. La denuncia similar presentada en 2010 por France Télécom fue considerada por la justicia y el pasado verano el magistrado imputó a la empresa en el caso de los suicidios e incluso al ex presidente de la misma, Didier Lombard. Un precedente en el que los empleados de La Poste se apoyan en su lucha para acabar con esta serie negra.

Fuente: El Mundo ( Economía)

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Voceiro da CGT Correos A Coruña

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