Enviamos comunicado de apoyo a la inédita huelga de hambre en Telefónica
por la readmisión de personas despedidas por bajas médicas justificadas (de
forma improcedente según los tribunales; de forma inmoral y canalla según
la CGT).
SUS REITERADAS AUSENCIAS JUSTIFICADAS A SU PUESTO DE TRABAJO HACEN QUE SU
PRESTACIÓN DE SERVICIOS NO RESULTE RENTABLE POR LO QUE NO EXISTE OTRA
SOLUCIÓN QUE RESOLVER SU CONTRATO DE TRABAJO
Nos quitan el curro, nuestra fuente de ingresos, lo que nos mantiene; nos
fríen a impuestos para acabar derrochando o robando tal recaudación; nos
arrancan de nuestra casa con la deuda aún pendiente; nos pegan, multan y
detienen cuando protestamos pacíficamente; nos empobrecen hasta la miseria.
Además, pretenden arrebatarnos la dignidad y la esperanza cuando se
recochinean de todas nosotras mostrándonos el nivel de vida de la gente
poderosa, los exagerados beneficios de las grandes empresas, sus
prepotentes y chulescas declaraciones a pie de yate o desde el hoyo 9.
¿Cómo quieren que reaccionemos? ¿Qué resultado esperan obtener? ¿En qué
esperan que desemboque su alevosa presión, su avarísimo y premeditado robo,
su manifiesto descaro e indignidad? ¿Alguien necesita que le aclaren, a
quienes tenemos enfrente, nombre, apellidos y cargo de quienes son el
maldito poder? ¿No es nuestro enemigo principal el propio poder?
Eliseo Reclus dijo: *"Si un individuo aislado, corroído por el odio, se
venga de la sociedad que lo educó deficientemente, ¿qué puedo yo oponer? Es
el resultado de fuerzas irrefrenables, la consecuencia de profundas
pasiones, la erupción de la justicia en su primitiva forma"*. Y
anteriormente Piotr Kropotkin: *"Nadie tiene el derecho de incitar a otros
a vengarse, pero si el que siente en su carne todo este infierno comete un
acto de desesperación, que le juzguen los que son sus iguales, los que con
él soportan la carga de los sufrimientos del paria..."*.
Hoy cada vez es más fácil en cualquier lugar y momento escuchar a alguien,
de cualquier condición salvo poderosa, decir lo que tanta gente siente y ve
venir... tanto odio acabará en apoteosis... cada tensión se resuelve en su
final.
Pero la solvente empresa líder de la que somos asalariadas tiene suerte.
Mucha suerte. Nos ha reducido el poder adquisitivo -por más que se empeñen
las organizaciones domésticas y domesticadas, 'la vida' sube más de lo que
lo hacen nuestros sueldos- y aumentado la productividad mediante la nueva
clasificación profesional -movilidad funcional libre y gratuita entre
puestos/categorías dentro del mismo grupo profesional y casi libre entre
distintos grupos. Simultáneamente ha obtenido beneficios, destruido decenas
de miles de puestos de trabajo, aplicado con saña la represión
disciplinaria, presionado a quienes tienen enfermedades crónicas y
despedido a aquellas personas que han osado estar de baja médica sólo los
días en que realmente estaban enfermas. Todo muy legal, eso sí. Tan acorde
a la ley como injusto. Tan inmoral.
Recordemos que la empresa nunca ha querido negociar nada respecto a los
despidos por absentismo, máxime cuando lo utilizó para amedrentar a la
plantilla y las movilizaciones convocadas para conseguir la readmisión de
ambos despidos no contaron con el apoyo masivo necesario, excepto en
algunas provincias en las que hay mayor presencia del sindicalismo
combativo.
Telefónica niega la readmisión de Marcos y Mª Cruz, aunque en las
sentencias se reconoce el abuso de poder: la primera de Marcos dictamina
despido nulo y la segunda improcedente, como la de Mª Cruz.
Por ello, con valentía, seis trabajadores de Telefónica están en huelga de
hambre, desde el lunes 5, por la readmisión de Marcos y Mª Cruz, QUE NO
HABÍAN FALTADO A SUS DEBERES CONTRACTUALES SINO QUE HABÍAN TENIDO UNA MALA
RACHA DE SALUD.
*AGOTADAS TODAS LAS VÍAS PREVIAS*
*NO SE VE OTRA SOLUCIÓN QUE ESTA MEDIDA EXTREMA*
La CGT aplaude y apoya esta iniciativa. POR LA READMISIÓN DE MARCOS Y MªCRUZ
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