"Se necesitan meses de estudios en laboratorios para analizar las muestras y tener las evidencias científicas, pero las heridas que estamos curando son idénticas a las que curamos en el 2006 en Líbano después de los bombardeos israelíes y que estaban relacionadas con las armas DIME y con las bombas con fósforo blanco", ha declarado el jefe de un grupo de médicos noruegos que trabaja en la Franja de Gaza, Dagfinn Bjorjlid, a la agencia misionera de noticias Misna. El equipo noruego trabaja en el hospital Shifa de Gaza a través de la organización no gubernamental médica Comité de Ayuda Noruego (Norwac).
"Muchas personas que llegan al hospital tienen graves amputaciones en los miembros, como si hubiesen sido cortados de golpe, y esas amputaciones no pueden ser causadas por armas convencionales", ha asegurado. "Es como si los brazos y las piernas se hubiesen desenganchado del resto del cuerpo, que tiene laceraciones sin fragmentos, al contrario de lo que suele ocurrir casi siempre en los casos de explosiones convencionales", ha agregado.
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